Search

Escribiendo por Ti y para Ti

Avanza seguro, aunque pisa terreno desconocido.

Author

Gegar

Escribo por gusto y por obligación para mostrar mis palabras pero tratando de mostrar un poco las palabras de Dios, que las personas lo conozcan a Él porque es tan real ya que primero cambio mi corazón

Un lugar seguro en tus brazos…

Quisiera decirte que estoy seguro de todo, pero cada mañana tengo cientos de dudas; a veces creo que tengo todas las respuestas, pero en realidad siempre nacen nuevas preguntas.

Quiero decirte que se lo que estoy haciendo, pero en las noches me confundo con mi sombra; quisiera decirte que todo es claro, pero en la oscuridad me pierdo entre la neblina. Definitivamente no sé lo que hago, lo único claro es que cuando me abrazas ya nada importa.

Tus brazos de sol son ese lugar donde se suicida el reloj y la realidad se distorsiona, donde todas las preguntas desaparecen y detienes el tiempo para resolver todas las dudas. En medio de tus brazos, esos brazos que son mi guarida, ahí donde tiemblan mis piernas, ese es el lugar de donde no quiero escapar.

¿Cómo podría alguien hablar de amor, sí solo yo entiendo el amor que siento cuando me pierdo al escucharte hablar?

Simplemente empezar…

Quiero escuchar todo lo que tienes para contarme, no importa lo tonto o trivial que pueda parecer.
Muéstrame tu emoción al hablar, muéstrame tus pasiones y tu soledad;
Cómo hablas con tus amigos o las palabras que ocultas al callar,
escucharte es la forma que utilizo para conocerte, la forma que utilizo para aprender cómo eres tú al amar.

Tus silencios para mí son importantes, tus malas palabras, me enseñan lo real que eres en medio de la falsedad.
Busco escucharte, ver cómo le hablas al sol, cuando por la luna quieres caminar. Escuchar cuando estás “loca”, cuando te desesperas con la gente que no te escucha al hablar, estar atento a tus gestos, cómo mueves tus labios o las manos al caminar.

Simplemente empezar a conocerte, aprender y prenderme de ti cada día, contigo ser feliz.

Miedo Irreal

Nos hemos acostumbrado a un mundo de mentiras, a ver las cosas de una manera exagerada o inclusive podemos imaginarnos lo que queremos o no queremos que pase y vivir gracias a esto, con cierto nivel de comodidad o de confianza y solo con imaginaciones o fantasías…

Pero, ¿qué pasa cuando empezamos a vivir y ver lo que ocurre en realidad?, es tan atemorizante que nos da miedo vivir la verdad, por mas placentera que sea está, siempre en nuestra mente vendrá una ola de temor al ver lo que es real. No importa lo que sea, puede ser un nuevo sueño, un nuevo trabajo, un nuevo amor, al final siempre será una nueva oportunidad.

¿Cómo podemos vivirla sin miedo?, creo que nuestra naturaleza no esta diseñada para que veamos lo que es real y estemos tranquilos. “Genesis 3:8-10 Con el viento de la tarde, el hombre y su esposa oyeron que Dios iba y venía por el jardín, así que corrieron a esconderse de él entre los árboles. Pero Dios llamó al hombre y le preguntó: —¿Dónde estás? 10 Y el hombre le contestó: —Oí tu voz en el jardín y tuve miedo, pues estoy desnudo. Por eso corrí a esconderme.”  Realmente creo que a partir de ese momento empezamos a tener miedo de lo real.

Lo real nos desnuda, revela nuestras inseguridades, nos quita máscaras y nos muestra nuestro estado más natural y humano, nos lleva siempre a querer escondernos detrás de algo, siempre habrá algo que queramos usar como excusa para escondernos de lo real. Incapaces de vivir de esta manera, buscando excusas para evadir lo que esta sucediendo, o de miedo por la inseguridad de lo que podría llegar a pasar, nos acostumbramos a vivir de mentiras y cuentos imaginarios, que esperamos que la mentira final sea nuestra realidad.

Pero cuando nos enfrentamos a la realidad no sabemos cómo debemos actuar, olvidando que el Dios eterno nos enseñó lo que es real y que siempre su resultado será bueno, ¿cómo podría haber un mal resultado cuando Dios vive en lo real?, Jesús es la verdad y en su verdad esta la mayor realidad. “Jeremías 29:11 Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.” Este es el único resultado posible cuando nos atrevemos a vivir en lo que es real. No necesariamente será lo que nosotros queremos, aunque estoy convencido que cuando aprendemos a vivir en lo real, lo que queremos si va a influir en el resultado final. Pero al final para aprender a vivir en lo real debemos aprender a pensar de una forma real, a pensar con la verdad, “Filipenses 4:8 Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.” Es la única forma en la que podremos vencer el miedo a lo real, aprender a verlo de la manera en que fue diseñado, que lo real no fue diseñado para dañar, fue diseñado para ser amado, ser disfrutado y gozado en todo momento, no significa que será perfecto, significa que aun en su imperfección, lo real nos enseña a amar y a vivir cada día de una manera totalmente diferente, de una mejor manera, no para nosotros sino siempre para alguien mas. Lo real no es solo para nuestro disfrute, lo real fue diseñado para servir y cuidar, amando de una manera natural.

Excusas

Quiero una excusa para escribirte y darte mi cielo, darte mi vida y mis sueños, quiero una excusa para conocer tus miedos, tener un momento para ver tus ojos mientras me hablas de ellos.

Quiero tener una excusa para besar tus labios, sabiendo que el agua que brota de ellos aliviará mis miedos, una excusa para decirte: te amo, una sola excusa para decirte: hola, qué estás haciendo…

Cientos de canciones que te quiero dedicar, miles de frases que volvería a escribir, no se si sea muy pronto para hablarte, pero ya hasta en mis huesos te puedo sentir. Sin invitación ya en mi mesa tienes una silla en la que te puedes sentar y un plato que contigo quiero compartir, quiero a tu lado estar, sabiendo que lo que escribo es para ti, solo un beso, una señal, un te quiero o un abrazo sin final, no importa lo que quieras darme, solo sé que contigo yo quiero estar, buscar una excusa para verte y que el valor de tu respiración sea la respuesta al frío de la realidad.

Pérdidas

No te quiero perder, pero, ¿cómo te puedo perder si nunca te he tenido?
¿Cómo podría perderse algo que no me pertenece?, y, eso es lo que más me gusta de ti, que eres completamente tuya.
Tuya es tu sencillez y tu arrogancia, tuya como el silencio en tu alma por las mañanas.
¿Cómo te puedo perder si nunca podré tenerte?, pero aún así tengo miedo de perderte.

Eres tan tuya que yo nunca podré tenerte y en realidad nunca quiero tenerte.
Deseo que siempre seas completamente tuya y solamente tuya.
Que no necesites nada para completar lo que ya está perfecto; porqué eres tú, solamente tú.
Tu alegría y tristeza solamente tuyas. Solo quiero ser parte de tu vida para disfrutar lo que tu has construido.
Pero a pesar de todo, aunque nunca podrás ser mía, no quiero perderte.

Adios 2020

Antes de leer puedes escuchar esta canción.

Cuando comencé a escribir esta nueva entrada, realmente quería y sentía la necesidad de decir: “adiós 2020 has sido un año de mierda, te vas y nunca te extrañare”, pero mientras pensaba en esas palabras comencé a dudar si en verdad quería decir eso, no puedo decir que fue el mejor año de mi vida, pero tampoco puedo decir que realmente fue tan malo, y tengo que hablar a favor de este año que termina, porque en realidad, si fue un muy buen año, diferente pero muy bueno. Tal vez tú que me lees, no opinarás lo mismo y puede ser que en tu caso tengas los suficientes motivos para decir que fue un año terrible, pero sin importar lo que te haya sucedido este año, puedo decir con plena confianza que fue un buen año. 1 Corintios 9:24-27 ¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire.

Déjame dar mis razones, la primera: a pesar de todo estás vivo, y esa es la mayor razón de todas, es por la misericordia de Dios, que ha hecho contigo un milagro cada día, al darte un momento más de vida y sé que es un argumento fácilmente debatible porque quizá has sufrido enfermedad o ha muerto alguien a quien tú amabas y me podrías preguntar ¿Dónde está la misericordia de Dios? Es una respuesta que en verdad encuentro simple, párate frente a un espejo y mira si cuando respiras cerca de este, se empaña, es el primer acto de misericordia, porque a pesar de lo difícil que ha sido este año, tienes una nueva oportunidad para volver a comenzar, ser mejor persona cada día (no importa cuando estés leyendo esto), por más difícil que creas que es continuar, sin conocerte te puedo asegurar que tienes la fuerza para continuar, para seguir empujando a pesar de que sientas que no puedes más, cuando escribo esto pienso en ti y recuerdo a un personaje que se llama Job, que aunque vivió hace mucho tiempo pareciera que estuviera en esta época de cuarentena, se enfermó y del dolor sentía morir, todos sus hijos murieron, quebró y sus amigos solo lo juzgaron, pero al final de todo, su historia terminó mejor de lo que comenzó.

Mi segunda razón es más simple, a pesar de lo loco que ha estado el mundo, estoy seguro que has tenido grandes momentos, tiempos de reflexión y muchos momentos como estar en pijama a las 12 del día, algo que tal vez ya no era tan común en un estilo de vida cada vez más ocupado, te ha dado tiempo para reflexionar en que es lo que realmente importa y descubrir que hay nuevas cosas que te gustan y antes pensaste que no eras bueno en ello, algunos encontramos nuevas relaciones y otros en medio de una cuarentena se pudieron casar o tener un nuevo noviazgo que no esperaban que en este tiempo fuera posible.

La tercera razón, que en realidad para mi es la más simple de todas es: ya comienza el 2021, hace mucho tiempo no esperaba un año con tantas expectativas de lo que va a ocurrir, e independiente de lo que venga creo que solo pueden venir cosas mejores, tengo la seguridad de eso porque indudablemente de este año que termina salimos siendo mejores personas y si consideras que no aplica contigo es precisamente donde veo la gracia de Dios que te da la oportunidad para que en este 2021 empieces a trabajar aún más para convertirte en una mejor persona. Y si no crees en Dios como ese ser creador, te invito que le des una oportunidad al final, este 2020 nos enseña que nada peor puede pasar.

Una muerte que trae vida…

Estamos viviendo en un tiempo donde la muerte y el dolor se han hecho comunes, esto me lleva a cuestionarme: ¿cuál será mi reacción cuando me corresponda pasar por esos momentos, cuál será mi manera de actuar cuando deba afrontar algo como eso en mi vida?, ¿estamos realmente preparados para dar cara a un suceso como ese?, nos creemos personas maduras que creemos conocer a la perfección nuestros sentimientos, pero en mi concepto, solo somos aprendices que desconocemos la reacción que tendremos ante una de estas situaciones. No tenemos ni la más mínima idea de qué será lo que sucederá, pero podemos confiar, así como lo dice la biblia: “Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Proverbios 3:5”

Esto mismo me lleva a preguntarme ¿qué decir cuando a alguien le ocurra esta situación?; realmente me considero buen consejero, buena compañía, y sé que cualquier palabra o acto sirve para dar consuelo a aquella persona que en su corazón esta sintiendo el dolor por la enfermedad, la muerte o la perdida. Considero que, muchas veces en realidad no importan las palabras que se puedan decir, muchas de ellas se pueden quedar cortas en su vano intento de ser bálsamo para la persona adolorida, y de poco pueden ayudar a mitigar el dolor ante lo que realmente se está sintiendo, un ejemplo de esto es el mismo Jesús cuando su amigo Lázaro murió, aunque Jesús conocía el resultado final, aun así Él mismo lloro y se permitió experimentar el dolor por la perdida, quiero creer que su llanto también se debía al dolor por la pérdida de su amigo

Lo que voy a decir aquí puede sonar algo abúlico, pero considero que la forma en que vemos a la muerte nos lleva a sentir un temor y un dolor más grande de lo que podríamos imaginar, esto debido a que en ocasiones la vemos como algo distante e inclusive un poco anormal, por lo que considero que en lugar de verla de esa manera deberíamos abrazarla como a esa amiga de confianza a la cual no vemos hace mucho tiempo.

Realmente esta época me ha llevado a considerar si, inclusive, pudiéramos ver a la muerte con misericordia y como a un regalo que Dios nos envía en un momento determinado de la vida para darnos una nueva oportunidad, y aunque soy cristiano, me gustaría decir que me refiero a la vida eterna, pero realmente no, acá me refiero a que ese regalo nos debe impulsar a arriesgarnos más, a entender que la muerte siempre va a estar cerca sin importar cuantos días, meses o años nos queden de vida, son días, meses y años que deberíamos invertir en realmente vivir, disfrutar que no importa el día en que llegue la muerte, ya sea de nosotros o de alguien más, que los recuerdos de nuestras experiencias vividas sean en ese momento un motivo de celebrar, porque aunque esa persona o nosotros mismos ya no vamos a estar,  no hay arrepentimientos, ni deudas por saldar.

Tal vez cuando estemos en ese momento, en medio del caos del dolor, a algunos nos puede dar consuelo el recordar que Jesús esta delante de nosotros y que a Él no le da pena mostrar su llanto ante la muerte de alguien, ante el dolor de alguien, ante la incertidumbre de alguien. Juan 11:35 nos dice que Jesús lloró, que gran consuelo saber que aquel que vive para siempre y da vida para siempre también llora con nosotros, pero más allá debería darnos aún más consuelo entender que, aunque Jesús estaba llorando, Él sabía que después de ese llanto vendría nueva vida, inclusive una resurrección, sin dejar de lado que debemos vivir nuestro duelo (algo que no dije antes es que cuando hablo de muerte y dolor, no solamente me estoy refiriendo a la muerte física o a un dolor físico, también hablo de cuando mueren nuestros sueños, planes, relaciones o cualquier cosa valiosa para nosotros).

Así mismo, considero que deberíamos hacer el mayor esfuerzo, aun en medio de esa situación, de dar gracias por la muerte, ya que definitivamente sin muerte no habría vida; sé que son palabras difíciles las que estoy enunciando aquí, aquello de dar gracias en medio de la muerte y el dolor no es fácil, pero aun en esta época en donde la muerte se ha vuelto aún más fría y distante, debemos saber que la muerte siempre será una gran dadora de vida, depende de nosotros que la queramos ver como aquella ladrona o como esa compañera que Dios utiliza para mostrarnos que el camino aún sigue, y que aunque haya dolor, en el camino Jesús sigue delante de nosotros, y en realidad si estamos en ese momento y queremos recriminarle a Jesús preguntándole: “¿dónde estás?”, lo podemos hacer con confianza, porque Él conoce la situación mejor que nadie y hasta en la cruz dijo: “Elí, Elí, ¿lemá sabactani? (Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”

¿Y AHORA QUÉ?

Creo indudablemente que nuestras vidas han cambiado, no volverán a ser igual después de todo lo que estamos viviendo, y en realidad creo que, si nuestra vida sigue igual, entonces no entendimos nada.

Recientemente leí un mensaje que decía: “si después de este tiempo no aprendiste algo nuevo o no desarrollaste una nueva habilidad entonces no entendiste nada”. Debo decir que estoy parcialmente de acuerdo con esta frase, y la razón es bastante simple, esta bien que aprendas cosas nuevas, lo deberíamos hacer a diario, y está mucho mejor que desarrollemos nuestras habilidades o busquemos nuevas, es algo que también deberíamos hacer siempre independientemente de las circunstancias que nos rodeen, sin embargo, estoy seguro de que esta época si nos va a dejar una enseñanza.

“Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. Genesis 2:15”. Cuando toda nuestra historia comenzó, Dios nos dio el mandato de gobernar y cuidar toda la creación, toda la tierra que Él creo para nosotros, pero en algún momento de la historia olvidamos el mandato y dejamos que la tierra nos gobernara; nuestro día a día tomo el control de la situación, y me refiero a cosas como: temor por el futuro, días interminables de trabajo y el deseo de cada día tener más, esto hizo que poco a poco nos fuéramos distanciando de nuestros seres queridos, y lo peor es que nos distancio también de nosotros mismos y por ende, de aquel que nos creó.

Nos enfocamos tanto en tener dinero, riquezas y cualquier otra cosa que nos diera una vida más “cómoda”, olvidando que Dios realmente nos dio una vida cómoda, inclusive Él nos prometió que nos proveería para todo lo que necesitáramos en nuestro paso por la tierra, lo dice así: “Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? Mateo 6:25-27”.

Si miramos hacia atrás y analizamos la vida que estábamos llevando, la imagen no es divertida por ejemplo, miles de cenas donde lo que mas importaba era la foto del plato o nos reuníamos para ver lo que sucedía a través del celular, conciertos y piezas artísticas que no disfrutábamos y optábamos por pagar para observarlas a través de una pantalla de 6.5, entre muchos otros momentos valiosos que omitimos; si vemos hacia atrás, nos podemos dar cuenta de que en realidad estábamos perdiendo nuestras vidas.

Pero llego algo que cambio todo, algo que nadie se esperaba, algo tan microscópico que nadie pensaría en que paralizaría el mundo y que detuvo por un momento nuestras vidas; algo en donde el dinero y las posesiones ya no tienen el mismo valor de antes, donde la persona con más dinero del mundo o la más pobre en dinero, corren el riesgo de morir completamente solos y sus familias no tendrán la oportunidad de despedirse, tiempos donde muchos extrañamos podernos tomar un café con alguien y disfrutar una cena con los que amamos. Hago un paréntesis acá (aprovecho para decirles a mis amigos que los amo, a mis padres y mis hermanos ustedes son mi mayor bendición y realmente decirles que los amo me quedo corto), y continuando, sí, esos tiempos momentáneos se han ido, pero debemos aprovechar los actuales para poder aprender y aprovechar lo que realmente tenemos. La tecnología solo es una herramienta que nos hace la comunicación más fácil, pero no reemplaza un abrazo, que por mas fuerte que haya sido la discusión no es tan grande como para que el perdón no sane nuestras heridas, es tiempo de aprender aún más, desaprender lo que éramos y volver a aprender a ser en realidad humanos, aquellos a los que Dios les confió el gobierno y el cuidado del mundo.

En realidad, no sé lo que estés pasando, muchos en este tiempo han perdido sus trabajos, que es grave pero no es lo mas importante, otros han perdido un familiar y, aunque realmente duele, no es el final, en realidad puede ser el comienzo porque existen aún muchas personas que te necesitan, duele que alguien parta, pero recordemos siempre el final… Este mundo es netamente temporal, aún quedan alrededor muchas personas a quienes amar, ¿por qué no dejamos de preocuparnos por darle más tiempo a las empresas como si ellas fueran las que se encargarán de nuestro bienestar, y mejor nos dedicamos más tiempo a amar como Dios nos amó, Él es quien verdaderamente cuida de nosotros?

Mostremos su amor y no solamente de palabra, hagamos lo que Él dijo en Mateo 25:31-46 (te invito a tomar una biblia y leerlo). Mostremos su amor unos con otros, haciendo algo por aquellos que verdaderamente lo necesitan. Que cuando salgamos de esto, está bien si no aprendiste algo nuevo o desarrollaste una nueva habilidad, no pasa nada por eso, no debe ser una carga para ti y menos una “obligación de cuarentena”, pero sí que ojalá hayas aprendido a amar, hayas aprendido que, lo más importante es cuidarnos unos a otros, que aprovechemos el tiempo con nuestra familia y con aquellos que tienes cerca; es verdad que muchos de nosotros no podemos salir de nuestras casas, pero si podemos sentarnos al comedor y volver a hacer un hogar, podemos aprender a pedir perdón y perdonar, aunque en muchos casos tengamos que perdonarnos a nosotros mismos e inclusive a Dios, antes de perdonar a alguien más; pero lo mejor que podemos aprender en este tiempo se describe en este versículo: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:37-39.

Es tiempo de aprovechar lo que estamos viviendo, por ejemplo, dile a esa persona cuanto la amas, que siempre te ha gustado, aprovecha que por ahora no la vas a ver y aún no sabemos qué puede pasar después; llama a aquella persona con la que no volviste a hablar, ama a tu padres, ve y acuéstate en la cama con ellos como cuando eras niño, no importa si tienes 40 o 50 años (si nunca has abrazado, besado y dicho a tus padres cuanto los amas este es el tiempo, no sabemos si después de esto ellos aun van a estar). Este tiempo de cuarentena es un gran regalo para que dejemos de pensar en nosotros mismos y volvamos a apreciar las cosas sencillas, para que volvamos a ver a Dios como nuestro creador, sabiendo que Él siempre está en control, y aun después de esto, Él tiene un plan perfecto para todo.

Deseo de corazón que esta cuarentena no sea el fin, sino que podamos comenzar a hacer las cosas como en un comienzo debían de ser.

Café Con Propósito

Al igual que muchos, durante muchos años vague sin saber cuál era mi propósito, para qué existía, o si solamente estaba para cumplir el ciclo de nacer, crecer y morir. Pero este pensamiento nunca ha tenido sentido para mí, ¿de qué sirve estar por un momento en la tierra si al final nuestro único propósito es el de servir de abono para algunas cuantas matas?, y eso si estamos de buenas, porque puede que solamente sirvamos de abono para pasto, y por ello, siempre creí que debía haber algo más. Fue cuando empecé a buscar mi propósito en muchas cosas, algunas buenas y otras, bueno… no tenían sentido. Agradezco a Dios cuando permitió que a través del café encontrara mi propósito, o mejor, Dios utilizo el café para mostrarme mi propósito. ¿Qué quiero decir con esto?, que el café se volvió simplemente una excusa de Dios para mostrarme el plan que tenía para mí, fue esta negra bebida el medio que Dios utilizo para mostrar ese plan, lo que Él había soñado desde antes de que yo naciera, y estos sueños Él los había puesto en mi corazón, ¿por qué creo esto?, simple, porque Él lo dice en su palabra (Jeremías 1:5). No trato de tener la razón con esto, eso me haría demasiado pretencioso, solo es lo que he entendido y lo que paso conmigo, honestamente creo que con todos es igual, desde antes de que naciéramos ya Dios había puesto en nuestro corazón cuál era su propósito con nosotros.

Me encantaría decir que toda mi vida supe cuál era mi propósito, pero sería una enorme mentira, creo que más de la mitad de mi vida y tres cuartas partes de mi vida adulta no tenía ni idea de para dónde iba, menos qué era lo que yo quería y admito que fue en ese momento exacto cuando Dios utilizo el café para empezar a mostrarme mi propósito, pero tampoco fue así de fácil, como si un día no sabía lo que quería y a la mañana siguiente ya tenía claro cuál era mi propósito, no. Ha sido todo un proceso, en ocasiones, muy divertido pero en otras a ha sacado lo peor de mí y, pero paso a paso me ha enseñado y principalmente poco a poco va formando en mí su carácter (en esto, todavía seguimos en proceso). Retomando el tema, lo primero que hizo Dios fue mostrarme quién era yo, entender quién es su creación, y no hago referencia al plural, me refiero completamente a lo singular, y eso considero que fue lo más difícil de todo el proceso, entender quién es Germán, el porqué de cada uno de mis defectos y virtudes, al comienzo pensaba al igual que muchos que Dios se equivocó con mis defectos, los que me conocen saben que me daba palo al no entender por qué hablo duro o por qué en ocasiones digo las cosas de forma tan directa, entre otras cosas, pero Dios, llego a lo más profundo de mi mente y corazón a darme su paz, y me dijo que, Él me hizo así para darme esa identidad que yo necesito y fue la herramienta que me brindó y que utiliza para algo mayor.

Aun tratando de entender quién era yo, fue que vino la segunda fase de esto, y pues no, aun no tenía ni idea de cuál era mi propósito, sin esperarlo fue cuando me dio una visión y exceso de sueños, aquí es importante aclarar que debí también aprender a soñar, porque los sueños que Él me dio, no eran tan pequeños como: quiero un carro de último modelo, una casa gigantesca o mucho dinero (aunque ninguna de las tres me estorbarían), me dio algo mucho más grande, me dio una visión, me dijo unas sencillas palabras: “muchas personas tienen hambre” y me encantaría ser espiritual y decir que cuando Dios me dijo esto se refería al hambre espiritual de conocerlo a Él, pero no, sería hipócrita de mi parte al decir esto, se refería totalmente al hambre física, alimento real; carne, papa y arroz. Y si, tal vez muchos digan que el mismo Jesús dijo: no solo de pan vive el hombre (Mateo 4:4) y es verdad, pero entendí que las personas no pueden recibir el alimento espiritual con el estómago vacío, y para mi agrado, en gran parte del ministerio de Jesús, siempre la comida hacía parte.

Con lo anterior tampoco puedo decir que, automáticamente empecé a dar comida a todos aquellos que lo necesitan (aun no tengo el dinero para hacerlo, pronto lo tendré) pero, si pude empezar a preocuparme por esas personas cercanas a mí cuando lo necesitaban, a algunos de ellos decirles: “pida lo que quiera”, estas palabras que para mí son tan simples, no se logran imaginar como estas cuatro palabras pueden confrontar a alguien que no confía en Dios, o no logra entender la magnitud cuando Dios nos dice en su palabra que Él es nuestro proveedor y sobre todo porque Dios nos dice en cada momento: “pida lo que quiera”.

Sembrar esos sueños, fue lo siguiente que Él empezó a hacer, sembrar sus sueños en mí a través de mis dones, esto lo pude comprender al ver la cara de felicidad de aquellos que me rodean cuando les cocino y tienen el estómago lleno, ver cómo después de eso el amor a Dios crece de manera automática, también porque en esos momentos mostramos el amor de unos hacia otros, todo desde un simple plato de comida.

Una vez que empecé a soñar sin temor, a creer en cada una de estas visiones y por medio del café, pude ver cómo Dios me empezó a rodear de personas, con propósitos diferentes y visiones diferentes, pero mientras más las conocía, entendía que sus visiones se complementaban de una manera tan perfecta con la mía, que todo debía ser parte de una visión mayor, la visión de Dios. Sí, Dios tiene una visión, Él sueña y piensa en planes con nosotros, piensa en los sitios a donde nos quiere llevar, las personas que deben ir en nuestro camino, como me dijo una amiga que admiro: “Dios no une personas (amistades, compañeros de trabajo, personas pasajeras) sino que une propósitos…” y, para eso fuimos creados, para eso Él nos dio un propósito y para llegar a ese propósito puso en nuestro corazón una y muchas visiones que finalmente nos llevaran a un plan mayor.

Tal vez tú me podrías decir: “Germán, chévere que tu sepas cuál es tu propósito, pero yo no sé”, y me encantaría decirte cómo lo puedes encontrar, pero en lo que a ti respecta, tampoco lo sé, realmente el único que lo sabe es Dios y pregúntale a Él, pero debes arriesgarte y que tal si no le haces la misma pregunta de siempre “¿Dios cual es mi propósito?”, qué tal si te esfuerzas y corres el riesgo cambiando tus palabras y el sentido de lo que le dices, le puedes decir algo como: “Dios si tú me creaste y desde antes de que yo naciera ya me habías elegido y apartado, significa que desde antes tu ya habías puesto en mi tu propósito, y como dice en el salmo 139:13-24, tu me creaste y habías escrito cada uno de mis días en tu libro, muéstrame qué hay en mi corazón y permite que yo vea cual fue ese propósito que desde siempre has puesto en el, déjame entender para que fui diseñado”. Y, ¡por amor a Dios usa los dones que Él te dio!, son herramientas con las que te equipo para soñar, tener visión y llegar a tu propósito, muchas veces nos enredamos tanto en solamente querer hacer la voluntad de Dios (que efectivamente es lo que debemos procurar) que se nos olvida que en Proverbios 16 Dios nos invita a proponerle, creo que le encanta que nosotros le propongamos planes para llegar a nuestro destino y en el camino Dios nos dirá el camino debemos tomar.

Llegar a nuestro propósito es un trabajo de parte y parte, si Dios no tomara en cuenta qué es lo que nosotros queremos seríamos unos simples robots y en ese caso qué sentido tendría todo esto que vivimos, sin embargo, Él nos da la capacidad de elegir, pero también de estar con nosotros y guiarnos, confiar en sus planes que por lo general son mejores que los nuestros.

Salmos 22:10: “Antes de nacer fui puesto a tu cuidado; aún estaba yo en el vientre de mi madre, y tú eras ya mi Dios”

Create a free website or blog at WordPress.com.

Up ↑